La propuesta anterior estaba bien enfocada, al menos hasta un punto, en el que no sé muy bien porqué, en vez de encontrarme con Eduardo Chillida me encontré con el Tetris... el caso es que respecto a los bocetos que hice en un principio, el proyecto estaba bastante encaminado, pero llegó un punto en el que no me gustaba, por eso decidí volver a empezar.
Con las ideas más claras y reflexionando, volvía a reformularme las mismas preguntas, quería algo que se adaptara a la propuesta de Laura, pero que a su vez tuviera un toque escultural y no fuera un centro comercial típico, si no más bien un mercado a la vieja usanza.
Pensé que sería una buena idea liberar el interior de la parcela, al igual que en el centro municipal del Rosario, de Álvaro Siza, para que pudiera utilizarse por los habitantes y el propio centro comercial.
De esta manera intenté crear una plaza, rodeada por los edificios del centro comercial, que posteriormente pudiera utilizarse para diversas funciones.
EVOLUCIÓN DE LA PLANTA DENTRO DE LA PARCELA:
En un principio pensé que hacer varios edificios para crear distintos accesos y diferenciar funciones, sería lo más acertado. Encajar estos edificios formalmente de tal manera que se articulara con la propuesta de Laura fue el segundo paso, junto con el toque formal de las cajas vacías y metafísicas de Jorge Oteiza que darían la apariencia final a los edificios.
VOLUMETRÍA DE LA PROPUESTA:
Dos edificios de forma prismática y sección irregular que surgieran del terreno, proporcionando dos accesos entre ellos. El derecho sería de menor altura que el izquierdo, de tal manera que éste último protegiera del sol del oeste, mientras que el primero dejara pasar el del este, proporcionando un debido soleamiento a la plaza.
PROGRAMA DENTRO DE LOS EDIFICIOS:
El edificio de la derecha, podría tener una o dos alturas, mientras que el edificio de la izquierda tendría una más, es decir, dos o tres, dependiendo de la superficie que finalmente quisiéramos utilizar. Según esto, dividiríamos y elegiríamos las funciones de cada planta.
DISTRIBUCIÓN DE ESPACIOS Y FUNCIONES:
Los espacios interiores de los edificios se dividirían modularmente (cubos de color negro), de tal manera que al igual que en la propuesta anterior, pudieran adaptarse a las necesidades de cada negocio y cada bolsillo, aumentando o disminuyendo la superficie del local.
La idea es que el flujo de gente atraviese la parte derecha de la plaza y en ese edificio se promuevan comercios de corte más tradicional y primera necesidad, alimentación, supermercado, carnicería, pescadería...
Mientras que la planta baja del edificio izquierdo se destine para locales de hostelería, restauración y bares, con la zona de terrazas (en verde oscuro) disponible. La primera planta se destinaría a locales más comerciales: tiendas de ropa, entretenimiento, informática...
La última planta (en rojo) podría destinarse a ocio nocturno y discotecas, dependiento de la superficie total que finalmente destinemos a cada necesidad.
Antonio comentó una muy buena idea, respecto al uso de la plaza, podría formarse un mercadillo desmontable para el comercio del pueblo, un par de veces por semana: artesanía, frutas y verduras, floristería... Necesidades con menos demanda, pero que combinadas con las otras crearían una zona comercial con todos los servicios cubiertos, a la vez que rompemos con el tópico de centro comercial, estos puestos, estarían representados por los paralelepípedos de color morado del centro de la plaza.
Continuaré con la idea traspasándola a la parcela de una manera real.
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